
La información proporcionada por las muestras recogidas en la Luna han
dado una nueva visión no sólo de la creación de éste satélite sino
también de los orígenes del mismisimo sistema solar. Según los análisis
la Luna se formó hace aproximadamente 4 600 millones de años como
producto de la colisión conocida como Big Whack (impacto gigante), de
un gran objeto, cuyas dimensiones sólo serían comparables con las de
Marte por lo menos, poco después del nacimiento del sol y el sistema
solar. Una nube de roca vaporizada se levantó (una mezcla de la
Tierra y el otro objeto) y entró en órbita alrededor de la Tierra. La
nube se enfrió y condensandose en un anillo de pequeños cuerpos
sólidos, que luego se reunieron formando a nuestra amiga Selene.
Otra teoría bastante aceptada y que no carece de lógica es la de la
creación simultánea la cual indica que la Luna se formó en la órbita de
la Tierra junto con los demás planetas del sistema solar (al mismo
tiempo). La teoría de la fisión establece que cuando el sistema solar
era muy joven la Tierra se encontraba girando a altas velocidades (16
000 Km./h) lo que provocó que nuestro planeta soltara grandes cantidades
de material para poder estabilizarse, ese material se convirtió
posteriormente en la Luna.
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